En los pájaros escucho tu voz

 

En los pájaros escucho tu voz.

El viento me susurra tus palabras.

Escribo agazapada 

en los rincones del olvido.

Persigo los rastros 

de tu imagen en el tiempo.

Y sonrío,

siempre te sonrío.

Sé que me escuchás

y abrazás mis delirios

petrificados en el aire,

sostenidos en el impulso

de correr hacia lo que no existe.

Porque somos nada

y nos agobia comprenderlo.

En los pájaros escucho tu voz

y el viento siempre, 

pero siempre,

me susurra tus palabras.

Gracias por venir a mí,

solapado de naturaleza.

Rosario Sabarrena